A la hora de elegir los detalles con los que decoraremos nuestro acuario tendremos que intentar no supeditar la belleza al imprescindible equilibrio biológico. Y es que, a veces, el buen gusto puede estar reñido con lo que más conviene a las especies que vayan a ser incluidas en el tanque. No hay que olvidar que algunos elementos decorativos comunes dificultan un correcto equilibro de las condiciones del acuario, por lo inadecuado de sus materiales. Otros, incluso, confunden y estresan a nuestros peces.
Así las cosas, lo primero que deberemos aprender es a distinguir entre los elementos a usar. Partiendo de esta premisa podemos dividir los elementos decorativos en cuatro bloques diferenciados:
Las maderas y troncos
Al ser de origen natural nuestra primera labor pasa por limpiar la pieza concienzudamente. De esta manera evitaremos la transmisión de organismos y sustancias que puedan perjudicar el correcto equilibrio del acuario. ¡Ojo! No todo lo natural es reutilizable. Es importante saber que hay maderas que pueden pudrirse en el interior del tanque, creando un foco de suciedad y consumiendo el valioso oxigeno que nuestros peces y plantas necesitan para subsistir. Si prefiere no correr riesgos puede adquirir maderas o troncos, aptos para su introducción en el agua, en cualquier comercio especializado. Si, por el contrario, opta por localizar los adornos en un entorno natural tiene que recordar que las únicas maderas válidas son: el bambú, los cocos y las raíces de ciénaga.
Recuerde: cualquier madera deberá ser, previamente, hervida en agua para eliminar el aire que pueda contener. Además, es muy común que este elemento tinte el color del agua. Para evitarlo será necesario someter a la pieza a diferentes aclarados de forma que eliminen o, por lo menos, atenúen el tintado.
Las plantas
Una de las primeras cosas a tener en cuenta es que las plantas naturales también pueden causar un desequilibrio. Una simple planta puede transmitir a nuestro acuario caracoles, bacterias o determinadas enfermedades. Los huevos de los caracoles, por ejemplo, suelen situarse en el envés de las hojas y algunos ejemplares adultos pueden llegar ocultos entre ellas. Por ello, al igual que hacemos con otros elementos, las plantas deberán ser limpiadas con agua tibia antes de ser colocadas en el tanque. No hay que olvidar, asimismo, que existen en el mercado plantas artificiales, que por la composición de sus materiales pueden ser dañinas para nuestro acuario. Dicho esto, de nuevo, lo más aconsejable, es adquirir el género en comercios especializados. De esta manera garantizaremos que su origen no sea tóxico y evitaremos que se deteriore al ser sumergido.
Las piedras y rocas
Se debe poner mucha atención en los tipos de piedras y rocas que introducimos en el acuario. Muchas pueden resultar tan preciosas a la vista como dañinas para los peces por su composición. Tenga en cuenta que los materiales recomendados deben ser de origen basáltico, granito, lava y gres. Componentes como el calcio o el mármol, sin embargo, deberán ser descartados. Usted mismo puede comprobar si una piedra es calcárea: vierta unas gotas de ácido clorhídrico (salfumán) sobre ella. Si burbujea es calcárea y, por tanto, no apta porque endurecerá el agua del acuario. Por otro lado, si usted opta por recoger piedras directamente de la naturaleza tenga en cuenta que las de colores muy vivos suelen deber su tono a la presencia de metales pesados que, de liberarse en el agua, tendrían un efecto muy negativo en nuestros peces. Es imprescindible, asimismo, que comprobemos que las piedras o rocas no tengan aristas o bordes cortantes que puedan herirlos. De la misma forma, y también para evitar daños, nos aseguraremos de que estén bien sujetas en el tanque.
Sustratos coloreados
Existen en los comercios decenas de gravas coloreadas, que incluso combinan colores fluorescentes. Crear un fondo con elementos de este tipo, además de peligroso porque pueden perder su coloración e intoxicar a los peces, constituyen una fuente potencial de estres para los peces. Muchas especies requieren de fondos de determinadas tonalidades para encontrarse a gusto.
Los elementos plásticos
Aunque muy utilizados por los novatos, su origen plástico los convierte -casi siempre- en elementos no aptos para el acuario. Barcos sumergidos, figuras de buceadores, baúles del tesoro… No todos son adecuados para estar en un acuario. Pruebe a sumergirlos en agua durante un tiempo comprobará que, si son de mala calidad, no será extraño que pierdan parte de su pintura decorativa. Otros, están hechos de materiales que se degradan al estar sumergidos en líquido. Nada ocurriría si los introducimos en un simple vaso de agua por un momento pero, a la hora de recrear un ecosistema que ayude en la cría, desarrollo y evolución de nuestros peces, lo único que lograremos es dañar el ya mencionado “equilibro biológico necesario”. Dos son por tanto, las cuestiones a tener en cuenta: no olvide limpiar cualquiera de las piezas plásticas antes de introducirlas en el agua y, para mayor garantía, adquiera este tipo de adornos en comercios especializados.
Conclusiones
No hay grandes secretos, tan sólo hay que activar el sentido común. Antes de comenzar a confeccionar un acuario debemos tener en cuenta que la decoración va a jugar un papel muy importante en el equilibrio biológico; en el mantenimiento de las condiciones necesarias para el desarrollo de las diferentes especies. Y es que, claro está, en función del tipo de peces que adquiramos, los elementos decorativos serán unos u otros: si tenemos cíclidos africanos, por ejemplo, no vamos a incluir plantas porque las desentierran o se las comen. Otros peces necesitan de cuevas o grietas entre las rocas para su reproducción. Si deseamos reproducir alguna de estas especies, por lo tanto, habrá que amoldar el acuario a esas necesidades.
Antes de decorar el acuario será necesario conocer los peces que van a habitarlo para elegir los elementos decorativos que interesen. Estos consejos y reflexiones son válidos para acuarios de agua dulce pero en acuarios marinos los materiales como la madera serán destruidos por el agua salada por lo que las recomendaciones serán diferentes.